
Hablamos de EMPLEO INCLUSIVO
con MANEL ALCAIDE,
el ejemplo de VISUALFY
Manel Alcaide es co-fundador y CEO de Visualfy, emprendedor con más de 20 años de experiencia en dirección de empresa en sectores relacionados con el mundo de las artes escénicas y las nuevas tecnologías. Está especializado en desarrollar proyectos dirigidos a públicos con capacidades diferenciales.
P- Eres Co-fundador y CEO de Visualfy, una empresa que lleva 5 años demostrando que el empleo inclusivo es posible. En concreto, formáis un equipo de profesionales con y sin discapacidad auditiva que además se dedican a facilitar la vida de otras personas con discapacidad auditiva. Cuéntanos como surge la idea de crear Visualfy y en que consiste.
Al final Visualfy nace del conocimiento. Esto es lo más importante, nosotros primero entendimos que había una necesidad y a partir de ahí empezamos a trabajar. Llevábamos más de siete años en el movimiento asociativo. Teníamos una asociación desde donde realizábamos talleres de integración entre niños sordos y oyentes a través del circo. Estábamos preparando un cortometraje en el que eran todos personas sordas menos yo y mi móvil estaba encima de la mesa. Suena el móvil y una persona sorda me dice “te están llamando” y yo le digo “no, es un mensaje”. El me pregunta “¿y cómo los sabes, si el móvil está boca a bajo y no lo has mirado?” Yo le contesto que los oyentes tenemos un sonido diferente para cada notificación y él me pregunta si podemos hacer algo así para ellos.
Entonces a mi socio, Ángel Albiach, y a mí se nos ocurre generar una aplicación con la cual si te llegaba un mensaje de whatsApp la pantalla se encendía en verde y si te llegaba de Facebook se encendía en azul. Esto lo subimos al playstore y dejamos un link en Facebook para que se lo pudiesen descargar, con la sorpresa de que en cinco meses teníamos más de 5.000 descargar en 122 países. Esto fue lo que realmente nos hizo decir aquí hay que trabajar, hay una necesidad. Tuvimos entrevistas con más de 300 personas sordas y nos dimos cuenta de que lo que habíamos hecho era interesante, pero que lo que realmente les preocupaba era saber si sonaba el timbre de la puerta, si sonaba la alarma de incendios o si su bebe estaba llorando.
Decidimos meternos en el maravilloso y complicado mundo del hardware y crear un algoritmo de inteligencia artificial que pudiese solucionar este problema. Visualfy es principalmente un sistema de reconocimiento de sonidos en tiempo real para mejorar la seguridad y la autonomía personal de personas sordas y con pérdida auditiva. De “Visual – notify”, visualfy; es decir, notificación visual.
Esto es lo que nosotros llamamos accesibilidad acústica. Está la accesibilidad a la comunicación y la accesibilidad acústica. Cuando suena una alarma de incendios nadie me está diciendo que abandone el edificio, no hay una comunicación, pero sé perfectamente que tengo que salir de ahí. Cuando suena la campanita de la televisión de una sala de espera en un hospital, sé que tengo que mirar a la tele a ver si es mi turno, pero nadie me está diciendo oye es tu turno. No hay una comunicación, pero sin embargo, de una alarma de incendios depende mi seguridad o de un sistema de turnos depende mi autonomía personal.
P- Entonces, las prácticas inclusivas están desde el mismo principio del proyecto.
Sí, eso es algo que teníamos muy claro. Teníamos clarísimo que no podemos hacer productos para personas sordas sin personas sordas. Nosotros no podemos dejar de escuchar, por tanto, es fundamental co-crear los productos y servicios junto con ellos. Parte de las personas sordas que estaban en esa reunión inicial participaron como inversores en la empresa desde el primer momento. Desde el minuto uno nosotros teníamos muy claro que somos una empresa de personas sordas y oyentes y que nuestro modelo de empresa no iba a ser un modelo habitual, sino que nuestro impacto iba a ser la pieza fundamental de esta compañía. De ahí que desde el primer minuto quisiésemos ser B Corp y lo primero que hicimos fue certificarnos.
P- Ciertamente, sois una empresa reconocida con el B Corp Certification, un sello que identifica a empresas concienciadas con la inclusión, la economía circular y prácticas empresariales éticas.
De hecho, fuimos la primera B Corp. de la Comunidad Valenciana y a día de hoy, si no estoy equivocado, somos la que más puntuación tenemos de toda la Comunidad. Para ser B Corp. necesitas tener un mínimo de 80 puntos en la auditoría, nosotros a día de hoy tenemos 114,5 que es una puntuación muy elevada. La media de las empresas españolas suelen tener unos 50 puntos.
P- ¿Cuales son los grandes hitos que os han llevado hasta este reconocimiento?
Tienes que pasar un macroformulario en el cual tienes diferentes frentes, trabajo, comunidad, medioambiente, gobernanza, etc. Tú tienes que ir contestando una serie de preguntas y entregar documentación que acredite que lo que estás diciendo es verdad. Cada tres años vuelves a pasar la auditoría para ver si sigues en la misma situación, has mejorado o has empeorado. Para que te hagas una idea, nuestro último proceso de certificación duró más de seis meses.
La primera vez, antes de formar la empresa, ya hicimos una primera entradilla. Esto nos ayudó mucho a ver que es lo qué piden, que es lo que te falta, que es lo que tienes o cómo puedes mejorar lo que ya tienes… La primera vez que lo pasamos fue de validación nuestra para ver como podíamos mejorar.
Ser B. Corp. es un sentimiento de orgullo. Tú no haces todo el proceso para tener el certificado y poder ponerte una pegatina en la página web. Haces el proceso porque realmente consideras que tu empresa se puede hacer de otra forma. Nosotros hacemos empresa con las personas, no a costa de las personas. De hecho, la certificación te obliga a hacer un cambio legal de estatutos, para indicar que la empresa busca un impacto social.
P- ¿Y en la práctica? ¿Qué medidas tomáis en los equipos y en el trabajo diario para garantizar la inclusión?
De muchas formas. Desde políticas que tenemos con nuestros trabajadores, como horarios plenamente flexibles, conciliación plena con la vida familiar, con la vida personal y laboral, políticas para madres lactantes… hay un sin fin de políticas introducidas. Por ejemplo, que el 15% de todos los beneficios se reparten entre todos los trabajadores. No se reparten por hitos conseguidos o por el puesto en el que estés, porque al final todos los que trabajamos en Visualfy formamos Visualfy. Es igual de importante el CEO que la que nos deja las mesas limpias. Igualmente, no somos nada paternalistas. A mi me da exactamente igual que seas sordo o que seas oyente, eres un trabajador más de la empresa y te voy a exigir exactamente igual. Evidentemente no hay discriminación de género a nivel salarial… hay muchísimas políticas en ese sentido.
En cuanto a como trabajamos, al final los fundadores conocemos la Lengua de Signos, por lo tanto, podemos tener una comunicación directa con una persona sorda que utilice la Lengua de Signos. Con el resto de trabajadores, lo más habitual es que no sepan lengua de Signos cuando entran a trabajar aquí, aunque nosotros abogamos por que poco a poco vayan aprendiendo y se vayan formando. Lo que hicimos fue buscar un perfil que pudiese trabajar como comercial en la empresa pero que al mismo tiempo fuese interprete de Lengua de Signos. Lo tenemos de apoyo, esta persona entra como interprete cuando alguien necesita tener una reunión o aclarar cualquier situación.
Es verdad, que con todo esto de la pandemia nos ha cambiado mucho la forma de trabajar. Ya no estamos en la oficina, todos estamos en casa, y seguiremos en casa hasta que se quite la obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores. Porque el uso de mascarillas dificulta la lectura labial y las mascarillas transparentes son impagables a día de hoy. Hay que recalcar que las mascarillas transparentes nos son para personas sordas. Me hace gracia ver “mascarillas para sordos”, cuando al sordo es a quien no le hace falta. Las mascarillas son para los oyentes, para que nos puedan leer los labios.
Ahora que estamos todos tele-trabajando utilizamos plataformas como Google Meet que nos permiten activar el subtitulado en tiempo real. Aunque tenemos a la interprete de Lengua de signos, puede ser que un día no esté o que haya caído enferma o cualquier problema.
P- ¿Qué pasa con el resto del mundo que no es Visualfy, habéis encontrado barreras de comunicación o de otro tipo a la hora de relacionaros con clientes y de sacar el producto al mercado?
Aquí lo que hacemos es adaptar el trabajo. Hay temas que puede trabajar directamente la persona sorda, tienes que tener en cuenta que el 80% de la comunicación son correos electrónicos y cuando tenemos alguna reunión presencial viene el interprete junto con nosotros y la persona sorda está ahí sin ningún tipo de problema.
P- En tu opinión, ¿cuál crees que son los motivos por los que las personas con discapacidad auditiva encuentran tantas barreras a la hora de acceder al mundo laboral?
Una de las principales razones que hay es la invisibilidad y la falta de empatía. Me refiero a lo que hemos comentado antes, no me puedo poner en la piel de una persona sorda. Entonces no me puedo imaginar cual es su situación.
Te voy a poner un ejemplo. Cuando la persona sorda recibe el dispositivo del hogar en casa tiene que grabar tres veces el timbre y enviarme ese sonido para que yo lo pueda reconocer. Una usuaria compra el sistema y a las dos o tres semanas nos llama enfadada porque el timbre no le funciona bien. Entonces escucho las grabaciones y me doy cuenta de que cuando hizo las grabaciones tenía el aire acondicionado puesto, hacía mucho ruido y si luego el aire está apagado y llaman al timbre no es el mismo sonido. Entonces el algoritmo no funcionaba bien. Tengo una conversación con ella, le explico lo que está sucediendo y me dice “ah, ¿que el aire acondicionado hace ruido?”. A las dos semanas vuelve a contactar con nosotros y nos dice que está muy contenta pero que tiene una duda, “entonces, cuando el Sol da en el asfalto, ¿suena de forma diferente a cuando da en el césped?” Si tu lo piensas, si no has escuchado jamás en la vida, no sabes que sonidos hay a tu alrededor y te acaban de decir que el viento y las olas suenan, ¿por qué el Sol no suena?
No puedes ponerte en su lugar y es muy difícil imaginarte como sería estar en su situación. Por eso hay mucha merma a la hora de romper barreras. Las barreras que son visibles, como las barreras arquitectónicas, están mucho más adelantadas, pero en las barreras invisibles, como las sensoriales o las cognitivas, queda mucho camino por recorrer para que esto se convierta en una realidad.
Otro tema complejo es que si la persona sorda es usuaria de Lengua de Signos la empresa se ve obligada a contratar a un interprete o a tener una comunicación prácticamente inexistente con esta persona. Eso también dificulta. Incluso, hay veces que hay una mala percepción al no tener la persona sorda una capacidad de habla correcta, porque hay veces que no puedes pronunciar igual de bien que al tener una audición perfecta. Esto nos lleva a pensar que hay un problema cognitivo añadido cuando no es así.
Nosotros trabajamos en un mercado en el cual lo más normal es que nos robemos perfiles unos a otros. Sin embargo, si nosotros tenemos un equipo de programadores con pérdida auditiva a lo mejor se lo van a pensar más y les va a dar miedo robárnoslos. Así, se me puede convertir en una ventaja competitiva respecto al otro. De cara a las personas sordas, ahora hay un vacío muy grande de perfiles en el sector tecnológico, en el que ellos podrían potenciar en sus estudios, ya que su nivel de concentración puede ser mucho mayor al nuestro.
P- Pregunta trampa: ¿en Visualfy se utiliza visualfy?
Por supuesto. Es verdad que ahora lo que no se utiliza es la oficina, pero nuestra oficina tiene la solución de Visualfy implantada y todos los trabajadores llevan en el móvil la app.
P- Para terminar, déjanos tres ideas básicas que guíen a otras empresas que quieran ser inclusivas e incorporar personas con discapacidad auditiva en su plantilla.
Lo primero, perder el miedo. Porque muchas veces tenemos miedo a trabajar con personas con discapacidad y lo que tenemos que ver es donde se puede ajustar bien cada perfil. Aunque sea una persona con discapacidad, tiene muchas capacidades. Esas capacidades hay que aprovecharlas y sacar ventajas de ellas.
Luego, que seamos creativos. Muchas veces una adaptación puede ser más sencilla de lo que parece. Podemos poner un alargador con un botón y una lucecita para avisar a la persona de que se tiene que girar para mirarte. Esto es muy útil en Visualfy y te estás gastando tres euros.
Por último, tenemos que ser conscientes de que las empresas con más de 50 trabajadores tienen que cumplir una tasa legal del 2% de trabajadores con discapacidad y todos sus servicios de prevención de riesgos laborales tienen que ser conscientes de que los puestos de trabajo tienen que ser accesibles para todos.