Sordoceguera. Cuestiones de accesibilidad.

Fotografía de medio cuerpo de una persona usando un bastón blanco. Camina por un parque, lleva abrigo y botas.

Me gustaría proponerte un pequeño ejercicio. Cierra los ojos y llena un vaso de agua. ¿Conseguiste llenarlo sin derramar una gota? ¿Cómo identificaste que estaba lleno? Imagínate caminar por una avenida llena de transeúntes con los ojos cerrados, ¿no te embarga una sensación de miedo e inseguridad?

Ahora quiero que salgas a dar un paseo con los auriculares puestos y tu música favorita a todo volumen. Entra en una cafetería y pide un café o tu bebida favorita. ¿Cómo te sientes? ¿La camarera o camarero te hizo alguna pregunta? Si es así, ¿cómo conseguiste comunicarte?

¿Qué pasa si te falta la vista o el oído?

No hace falta enfrentarse a tareas extraordinarias para experimentar algo similar a lo que viven las personas sordas y las personas ciegas. La vista y el oído son los dos sentidos que nos ofrecen mayor información sobre el entorno y, además, de una manera muy inmediata. Cualquier tarea cotidiana puede convertirse en un reto si carecemos de alguno de ellos. Para evitar esto, apostamos por la accesibilidad, para adecuar el entorno a las personas y tener en cuenta estas condiciones, entre otras muchas.

Si te falta la vista, tu sentido prioritario será el oído. Por eso, la mayoría de estrategias de accesibilidad para adecuar la comunicación a personas con discapacidad visual consisten en transformar en audio la información visual. Por ejemplo, los lectores de pantalla leen en voz alta todo aquello que podemos ver en un dispositivo. Cualquier programa, documento o página web, siempre que estén preparados adecuadamente para ello. Otro ejemplo son algunos cajeros automáticos, que permiten identificar las teclas a través de sonidos y dan indicaciones por audio, incluso a través de auriculares para no tener problemas de privacidad y seguridad.

De la misma manera, si te falta el oído te guiarás principalmente por la vista. Algunas medidas de accesibilidad que facilitan la comunicación a personas sordas son la lengua de signos, el subtitulado o la señalización luminosa, que es capaz de comunicar emergencias y avisos importantes a través de luces y pantallas.

¿Qué pasa si te faltan tanto la vista como el oído? Las personas sordociegas se encuentran en una situación más complicada, pero el ser humano está lleno de recursos. Somos capaces de conocer muchos aspectos de nuestro entorno a través olores, vibraciones o del tacto.

El papel del tacto en la accesibilidad

El tacto es un sentido cuyo papel en nuestra vida cotidiana queda más invisibilizado. Po ejemplo, cuando cocinamos no solemos ser conscientes de las diferentes texturas de los objetos que utilizamos, como la tabla para cortar de madera, la olla de acero o la rugosidad del pepino y la suave cascara del huevo. Tampoco nos paramos a pensar en ello cuando nos sentamos relajadamente en el sofá y tocamos la tela, o simplemente cuando nos vestimos por la mañana y vamos cogiendo las diferentes prendas. Sin embargo, es una fuente de información valiosa. A través del tacto podemos sabes si algo está caliente o frío, saber si una bolsa está llena, reconocer expresiones faciales e intuir emociones, saber si un huevo aún guarda restos del gallinero y procede de la granja del vecino, etc.

Por supuesto, la accesibilidad lo ha tenido en cuenta y a lo largo de los años se han creado medidas y herramientas para transmitir información basadas en el tacto. Como el sistema de lecto-escritura Braille o el pavimento podotactil. Este último es un ejemplo interesante del alcance que puede llegar a tener este sentido. El pavimento podotactil son una serie de surcos y botones que se colocan en los suelos de forma ordenada para facilitar la orientación a personas con discapacidad visual a través del bastón blanco. Es un elemento de relieve que no se toca con la mano, u otra parte del cuerpo, sino que puede ser percibido con un bastón. A través de los “choques” del bastón con los surcos y botones podemos saber si vamos en buena dirección, si hay obstáculos o si hay un paso de cebra que cruzar.

Jugar con las texturas y las sensaciones que producen los elementos que se relacionan en un entorno es una práctica bastante presente. Como alternar puertas de metal y de madera en una hilera de taquillas; esto nos ayudaría a identificar cada una de ellas. Sin embargo, en el mundo de la accesibilidad, hemos prestado menos atención al papel que podrían jugar las vibraciones, los olores y otras sensaciones que también se suceden en los espacios.

Compañeras con discapacidad visual relatan como los olores naturales de algunos espacios, como parques o carnicerías, les indican donde se encuentran y a que distancia están de ellos.

Algunas medidas para adecuar tu servicio a personas sordociegas

¿Sabías que se puede saber si un espacio es amplio o estrecho gracias a las corrientes de aire? ¿O que una manera de indicar a una persona sorda que quieres hablar con ella, y necesitas que te mire, puede ser dando un pisotón a pocos metros de ella? Hay un amplio elenco de posibilidades de comunicación poco aprovechado que son clave para abrir oportunidades a personas con mayores dificultades en la comunicación, como son las personas sordociegas.

¿Qué podemos hacer para seguir ganando en accesibilidad e incluir a personas sordociegas en nuestros servicios y entornos? Te presento algunas medidas rápidas que, sumadas al resto de medidas de accesibilidad, van a convertir tu servicio en un espacio más inclusivo y amigable para todo el mundo.

  • Cuida la acústica. Además de evitar reverberaciones molestas y facilitar la comunicación, conseguirás que las vibraciones que producimos personas y elementos se perciban de forma más clara y ordenada.
  • Destaca puertas o elementos principales con puntos de luz. Muchas personas tienen algún resto visual y pueden percibir sombras y focos de luz. Esto ayuda a identificar la parte más esencial de una sala.
  • Aprovecha los olores que de forma natural se producen en tu espacio. Si tienes un jardín, planta flores y especies con olores fuertes. En un office, puedes colocar la cafetera cerca de la puerta para que se perciba el olor a café cuando pasas por delante.
  • Plantéate usar “pistas olfativas”. Por ejemplo, puedes colocar un ambientador suave en el mostrador de información. Recuerda utilizar ambientadores y productos ecológicos con olores naturales y suaves; hay personas con mucha sensibilidad que pueden pasarlo bastante mal exponiéndose a agentes químicos fuertes.
  • Haz tu página web accesible y utilízala como fuente principal de información. Hoy en día, las nuevas tecnologías están muy evolucionadas y nos dan la oportunidad de utilizar una buena variedad de productos de apoyo. Asegúrate de que toda la información relevante está en tu página web, hasta el más nimio detalle, y de que está bien estructurada y es usable y accesible. De esta forma las personas pueden informarse a través de su tecnología de asistencia de forma más cómoda y eficiente.
  • Apóyate en el braille todo lo que puedas para comunicar información in-situ. Como en la señalización, normas de uso, etc.
  • Si puedes, haz un encaminamiento utilizando diferentes texturas en el pavimento. También puedes utilizar materiales y texturas diferentes para diferenciar puertas, mostradores, etc.
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